lunes, 15 de julio de 2013

NECROSIS AVASCULAR DE LA CABEZA DEL FÉMUR:
ENFERMEDAD DE LEEG-CALVES-PERTHES


¿Qué es la necrosis avascular de la cabeza del fémur?

    Es una enfermedad en la que existe una falta de irrigación de la cabeza del fémur. Esto conlleva a la necrosis de esta zona, produciendo inflamación, dolor, cojera.

¿A qué animales afecta?

    Principalmente a perros jóvenes (entre 4 y 12 meses de edad) y de raza toy o pequeña (caniches, pinscher, etc.) No hay diferencias en cuanto al sexo, afectando por igual a machos y hembras.

¿Cuál es la causa de esta enfermedad?

    No se sabe con exactitud. Se cree que hay un componente genético (hereditario) o que pueda ser como consecuencia de un traumatismo (fracturas, luxación de cadera…)

¿Cómo puedo reconocer esta enfermedad?


    Los síntomas típicos son cojera del miembro posterior, atrofia de los músculos del muslo y dolor a la manipulación. La mayoría de las veces es unilateral pero aproximadamente en el 15% de los casos están afectadas ambas extremidades posteriores.

¿Cómo se diagnostica?

    Mediante un examen traumatológico y una radiografía de cadera que realizará tu veterinario. En la radiografía podremos ver cambios compatibles con esta enfermedad como son:

-Cambios en la densidad normal del fémur, en la zona de la cabeza y el cuello
-Cabeza femoral deformada y aplanada
-Enfermedad articular degenerativa (en casos más crónicos)

¿Existe tratamiento para esta patología?

    Si, existe tratamiento. La solución a este problema es quirúrgica. Consiste en una cirugía en la que se realiza la exéresis de la cabeza femoral de la extremidad afectada. Una vez retirada la cabeza del fémur se formará una pseudoarticulación que permitirá a nuestro animal caminar y correr de manera normal en pocas semanas. El pronóstico tras la cirugía es bueno.

¿Se puede prevenir?

    Puesto que se desconoce la causa con exactitud hemos de evitar aquellos factores que sabemos que pueden influir, pero no existe un método preventivo único y eficaz. Se recomienda evitar la cría con animales que hayan padecido esta patología.

sábado, 13 de julio de 2013

LA ARTROSIS CANINA


LA ENFERMEDAD

¿Su perro ya no disfruta haciendo ejercicio?, ¿le cuesta realizar movimientos cotidianos como subir escaleras o tumbarse? La edad avanzada y el sobrepeso conllevan cierta restricción de los movimientos y pérdida de calidad de vida pero en ningún caso han de existir síntomas de sufrimiento y dolor.

¿QUÉ ES LA ARTROSIS CANINA?

La artrosis en los perros, como en las personas, es una enfermedad degenerativa de las articulaciones que es progresiva y causa dolor en las mismas.

A medida que avanza el proceso se degrada el cartílago que recubre el interior de la articulación e incluso el propio hueso. Las articulaciones afectadas pierden elasticidad, provocan dolor e impiden que el animal se mueva con normalidad, disminuyendo sustancialmente su calidad de vida.

Una vez aparece la artrosis, si no se instaura lo antes posible un programa para el manejo del dolor que impida además la progresión de la enfermedad, el proceso empeorará inevitablemente, complicando el tratamiento de los síntomas y haciendo cada vez más difícil y dolorosa la vida de su perro.

¿QUÉ ANIMALES ESTÁN MÁS EXPUESTOS?

La artrosis canina es frecuente en perros de edad avanzada, independientemente de su raza y sexo. Pero realmente cualquier perro a cualquier edad puede sufrir dolor debido a la artrosis.

La edad en sí no es la causante de la enfermedad, si no que ésta se produce generalmente como consecuencia de un desgaste anormal que sufren los cartílagos articulares con el paso del tiempo a causa de una alteración preexistente (displasia, traumatismos, cirugía articular, sobreesfuerzo articular, etc.).

De hecho la artrosis canina puede darse también a edades más tempranas, con posterioridad a algún traumatismo, o bien en aquellos perros que padecen algún tipo de malformación hereditaria.

Por otra parte, los perros que padecen obesidad son más proclives a sufrir artrosis por sobrecarga continuada de las articulaciones.

¿CUÁLES SON LOS SIGNOS QUE DEBEN ALERTARNOS?

El dolor en las articulaciones y, por ello la rigidez y dificultad, la cojera e incluso intolerancia al movimiento en los estadios más avanzados de la artrosis canina, son síntomas indicativos de la enfermedad.

La artrosis canina merece especial atención por su elevada frecuencia, por el dolor que causa al animal y, por tanto, por la merma de su calidad de vida. Pero no siempre es fácil para usted, como propietario, detectar la artrosis en su perro, máxime en los primeros estadios de la enfermedad.

No olvide que en todo caso que es el veterinario quien debe diagnosticar finalmente la presencia de esta enfermedad e instaurar el tratamiento personalizado más adecuado para devolver a su mascota la movilidad y la calidad de vida perdidas.

Usted se ha de realizar tan sólo unas breves preguntas para conocer la probabilidad que tiene nuestro perro de padecer artrosis:

¿Su perro se cansa durante los paseos?
¿Le cuesta levantarse tras estar sentado o tumbado?
¿Cojea o esta rígido después de realizar algún tipo de actividad?
Más concretamente, ¿le cuesta subir o bajar escaleras?
¿Considera que su perro ha perdido movilidad?

¿ES POSIBLE CURAR LA ARTROSIS CANINA?

Lamentablemente no existe curación para la artrosis canina. Sin embargo usted no debe asumir que su perro ha de convivir con el dolor y los signos asociados al mismo.

La medicina veterinaria moderna puede hacer mucho por la mejora de la calidad de vida de los perros enfermos. Para ello es fundamental la instauración lo antes posible de un Programa integral personalizado de control de la artrosis canina

Durante el Programa integral de control de la artrosis canina usted y su veterinario deberán trabajar juntos para ayudar a su perro de la manera más eficaz a recuperar una vida plena, activa y placentera, mediante la selección de los objetivos y métodos más adecuados en cada caso.

El objetivo final del programa de tratamiento de la artrosis canina es mantener la calidad de vida del perro enfermo tanto como sea posible, retrasando a máximo el avance de la enfermedad.

El Programa de control de artrosis canina debe estar orientado a:

1. Aliviar el dolor y disminuir la inflamación.
El empleo de antiinflamatorios no esteroideos (AINE) para el control del proceso es clave porque mejora la calidad de vida del perro con artrosis y además porque el propio dolor contribuye al empeoramiento de
la enfermedad.

Efectivamente la exposición repetida a estímulos del dolor conduce a la llamada sensibilización central, que se produce a nivel de medula espinal. Con su aparición cada vez que se produce un estímulo doloroso el perro incrementa su percepción de dolor.

La sensibilización central está a su vez implicada en la inflamación de la articulación y la patología articular, con lo que su aparición contribuye a la progresión de la artrosis.

El tratamiento de la artrosis realizado en periodos cortos e intermitentes con AINES de administración diaria cuando se producen los picos de dolor contribuye a la aparición del fenómeno de sensibilización central y a la larga agrava la progresión de la artrosis. Sin embargo, actualmente su veterinario puede prescribirle AINE que se administran de manera continuada y que posibilitan el control continuo y a largo plazo del dolor, clave para prevenir el proceso de sensibilización central, lo que permitirá a su perro tener una vida más activa y mejor.

2. Reducir la carga sobre las articulaciones.
Ya que ésta agrava el dolor y empeora la artrosis. Su veterinario le ayudará a reducir y controlar el exceso de peso corporal ya que éste origina sobreesfuerzo en todas las articulaciones del organismo. En algunos perros simplemente corrigiendo el peso corporal, desaparece el dolor y se consigue la normalidad clínica.

3. Conseguir y mantener unas articulaciones móviles.
Para ello se debe instaurar un programa de ejercicio o movilidad controlada bajo la supervisión de su veterinario. Tenga en cuenta que demasiado ejercicio, o si este no es el apropiado, puede empeorar la situación al incrementar la presión sobre las articulaciones.

¿PODEMOS PREVENIR LA ARTROSIS CANINA?

La prevención de la artrosis canina es posible y también la ralentización de su evolución una vez aparece la enfermedad.

Siga algunos consejos prácticos
Alimente adecuadamente a su perro para evitar carencias nutricionales y sobrepeso. Los perros con sobrepeso u obesidad someten a sus articulaciones a un sobreesfuerzo continuado acelerando la degeneración progresiva de las mismas y la aparición del dolor que conlleva la artrosis. Es importante seguir un plan adecuado de alimentación bajo la supervisión de su veterinario. Solo así podrá estar seguro de que la alimentación de su perro es la correcta para su raza, edad y estado fisiológico.
Su perro ha de realizar un ejercicio adecuado a su condición y estado fisiológico, pues le ayuda a controlar el peso, a evitar la obesidad, a tonificar y aumentar su musculatura y a mantener móviles y sanas sus articulaciones. Es más aconsejable que su perro realice un ejercicio regular y suave a diario, que someterle de forma puntual (fines de semana) a esfuerzos mayores (carreras, largas caminatas).
Las necesidades de ejercicio varían en cada caso. Su veterinario le ayudará a instaurar el programa de ejercicio más adecuado a la raza, tamaño y edad de su perro.

Cumpla con las revisiones rutinarias establecidas por su veterinario. El, mejor que nadie, le ayudará a prevenir o instaurar, si la artrosis ya está presente, un Programa integral personalizado de control de la artrosis canina.

ELEGIR UN TRATAMIENTO EN LA ARTROSIS

Una vez diagnosticada la artrosis debemos plantearnos el tratamiento de la enfermedad.

Este tratamiento no solo debe realizarse teniendo en cuenta el grado de artrosis y la tendencia a aumentar sino también el nivel de dolor e incapacidad funcional que la enfermedad produce a cada paciente en ese momento y el pronóstico de futuro dolor y pérdida de función que esperamos.

El tratamiento va a ir destinado por un lado a retrasar la evolución de la enfermedad y sus síntomas y por otro lado a aliviar el dolor y proporcionar bienestar y buena calidad de vida al paciente.

Cuando hablamos de tratamiento de la artrosis canina no nos referimos a un único producto, sino siempre a un tratamiento multimodal, es decir, con varios productos y desde distintos aspectos y enfoques, incluyendo generalmente el uso de antiinflamatorios analgésicos, de los llamados condroprotectores o más correctamente Agentes modificadores de la osteoartrosis (DMOADs), dieta articular y medidas de control de peso y de comportamiento o actividad.

Tan importante como elegir el tipo de tratamientos que vamos a emplear es elegir muy bien el producto o productos concretos que vamos a utilizar, ya que existen en el mercado gran variedad de productos que a primera vista podrían parecernos semejantes y sin embargo pueden ser muy distintos y tener una eficacia muy variable.

En este sentido es fundamental informarse de los estudios científicos que respalden el uso, la eficacia y la seguridad de cada producto. Debemos elegir aquellos productos que tengan un respaldo científico real, que hayan demostrado su efectividad en estudios bien realizados, con alto valor de evidencia. Y al mismo tiempo, debemos rechazar aquellos productos que carecen de esa evidencia y tan sólo ofrecen propaganda de sus supuestos beneficios para la salud.





Información extraída de la web: http://www.tratamientoartrosisperro.es

jueves, 20 de junio de 2013

Fobias a petardos y truenos


Fobias a petardos y truenos:

Es una de las fobias más comunes en animales domésticos. Suele aparecer durante sus primeros años y suele empeorar con la edad
Las reacciones en los perros pueden ir desde un ligero nerviosismo hasta a una reacción de auténtico pánico incluyendo temblores, aumento del puso y la respiración, jadeo y gemidos o quejidos intensos.
Algunos perros incluso reaccionan a señales que anticipan la llegada de un petardo o de la luz del relámpago antes del trueno, o muestran nerviosismo al ver un partido de fútbol ya que lo asocia con los petardos posteriores.
¿Como hemos de actuar en estos casos?
Podemos actuar de dos maneras distintas
1.      Mediante terapias curativas :
Mediante desensibilización.
Se suele tratar de desensibilizar al perro utilizando grabaciones de petardos o truenos. Son tratamientos complicados que deben de ser supervisados por el veterinario, etólogo o educador y la eficacia es muy variable.
2.      Mediante terapias paliativas
Mediante la utilización de medicamentos que reduzcan su ansiedad y lo calmen.
Para medicar al perro consulte SIEMPRE a su veterinario, él le proporcionará el producto más adecuado.
2.  Mediante educación o prevención (esto lo podemos hacer cuando esté con nosotros en casa)
·        No acariciarlo cuando muestre miedo: aunque nuestro instinto es el de proteger y confortar al animal con esto sólo alimentamos su miedo
·        Acariciarlo o premiarlo cuando no muestre miedo: si después de un rato se muestra tranquilo prémienlo.
·        Permitir la retirada: muchos perros buscaran refugio debajo de un sofá o en un sitio donde crean estar más protegidos. En ese caso no debemos forzarle a salir de su refugio, es mejor que permanezca allí.

Otras medidas de prevención que debemos emplear tanto en perros como en gatos son:

  1. Cerrar las posibles salidas para que el perro no escape si entra en pánico
  2. Quita todos los peligros como cuchillos o objetos contundentes con los que el animal se pudiera golpear en caso de un ataque de pánico.
  3. Procura que el animal vaya bien identificado: con microchip, collar y número de teléfono por si pudiera escapar.Si lo atais procurar comprobar que su collar gire en el cuello y no se pueda enroscar ni quedar asfixiado en un ataque de miedo. Elimina cualquier plataforma que le permita saltar por una ventana.
  4. Lo ideal es que el animal esté dentro de casa. Puedes encender una radio alta unas horas antes de que empiecen los ruidos para que se acostumbre a un nivel alto de sonido y resulte menos estresante después
  5. Lo ideal es  que se quede en una habitación no excesivamente pequeña donde pueda descansar durante el ruido. Ahí podremos dejar la televisión o la radio encendida, darle un juguerte o algo para mordisquear, un bebedero y un plato con alimento.
  6. Si decides usar algún sedante, consúltalo SIEMPRE previamente con tu veterinario, no lo hagas por cuenta propia o por sugerencias de amigos o vecinos. Lo que en un animal puede ir bien en otro puede causar serios problemas.
  7. Si te encuentras a un perro o gato corriendo descontrolado intenta tranquilizarlo y si es posible hazlo entrar en casa. coche o jardín hasta el otro día. Si tiene collar pero no lleva ningún contacto, postea su foto y datos, o haz un cartel para distribuir en la ciudad y así reencontrar a su familia.


Marta Ramos Milian Col.4283

jueves, 28 de febrero de 2013

El mareo en el perro


El mareo en el perro

¿Con que frecuencia se marean los perros al viajar en coche?

¿Sabías que el 48% de los veterinarios tienen como mínimo un caso de mareos por viaje en perros en un mes?

 El perfil de perros que padecen mareos por viaje es:

34% son cachorros (menores de un año)
48% son perros adultos (entre uno y siete años)
18% son perros mayores (con ocho o más años)
El 34% de los perros que viajan han sufrido mareo

Resultados de encuestas realizadas:

Aproximadamente 1 de cada 6 perros que viajan sufren de mareo debido a viajes
Por término medio, los perros que se marean lo hacen como promedio en 5 viajes cada año.
El 62% de los perros experimentan su primer mareo cuando son cachorros pero también lo sufren los adultos.
Solo el 58% de los propietarios de perros que se marean siguen viajando con sus perros
Un tercio (el 34%) de los propietarios de perros que se marean, aseguran viajarían más con sus perros si no fuera por el mareo.
El mareo es común en los perros y con frecuencia limita la forma de vida de sus dueños. Sin embargo, muchos dueños nunca consultan a cerca de este tema a su veterinario.

(Estudio realizado en la UE en febrero de 2008 por Harris Interactive).

¿Cómo puedo saber si mi perro se marea en el coche?

Durante el viaje
La presencia de uno o varios de los síntomas siguientes sugieren que tu perro puede sentirse mareado cuando viaja:

Exceso de saliva (babeo excesivo)
Jadeo, tragar saliva, lamerse los labios
Inquietud, ansiedad, temblor
Ganas de vomitar
Vómitos
Los síntomas de mareo varían de perro a perro. Por ejemplo, algunos sencillamente pueden vomitar sin mostrar ninguna otra señal. Si un perro muestra una o más de las señales arriba mencionadas cuando viaja, podría sufrir de mareo.

Antes del viaje
Los perros aprenden rápidamente que los viajes en coche son incómodos, por lo que pueden empezar a mostrar señales de ansiedad tan pronto como se dan cuenta de que les van a meter en el coche. Algunos podrían vomitar antes de iniciar el viaje o incluso antes de meterlos en el coche.

¿Qué hacer si tu perro se marea?

En primer lugar, no hay necesidad de cambiar o restringir tu estilo de vida ni tus planes de viaje sólo porque tu perro sufra mareos en el coche. Existen métodos eficaces y fiables para impedir el problema.

Productosveterinarios
Tu veterinario tiene acceso a una serie de productos que pueden ayudar a prevenir el mareo en coche de tu perro. Algunos de éstos fueron desarrollados inicialmente como medicamentos para los seres humanos, y pueden tener algún efecto secundario, como adormilar al perro. Sin embargo, tu veterinario tiene información reciente que puede ayudarle a impedir que tu perro se maree de viaje sin estos efectos secundarios – así que vale la pena preguntar a tu veterinario sobre los nuevos métodos de impedir las consecuencias del mareo.

Consejos generales
Abrir las ventanillas un poco para dejar entrar algo de aire puede ayudar a que tu perro se sienta mejor. Además, evita fumar o cualquier otro olor fuerte en el coche. Las paradas regulares, con la posibilidad de bajar del coche, correr un poco y beber agua, también pueden ayudar. Sin embargo, estos consejos por sí solos podrían no ser suficientes para impedir el mareo.

Modificación de la conducta
Puedes intentar acostumbrar al perro a tu coche gradualmente incrementando poco a poco la cantidad de tiempo que pasa dentro del mismo. Sin embargo, este planteamiento puede llevar mucho tiempo y ser frustrante a la vez. Si lo has intentado y no ha funcionado bien, no te des por vencido: pide a tu veterinario que te recomiende algún otro modo de impedir el problema.

¿Por qué se produce el mareo?

Los mecanismos exactos que producen el mareo no se comprenden en su totalidad. Los seres humanos y los perros se las arreglan para mantener el equilibrio gracias a un inteligente mecanismo contenido en el oído interno que envía señales al cerebro. El movimiento producido en un coche o en el mar estimula este mecanismo que bombardea el cerebro con señales. Estas señales empeoran con el estrés (quizás causado por malas experiencias anteriores) y estimulan las áreas del cerebro que produce los sentimientos de náusea y, después, vómitos.
Sólo cuando cese el movimiento desaparecerán lentamente las sensaciones de náusea a medida que la actividad cerebral vuelva al nivel normal.
Los medicamentos para el mareo funcionan bloqueando las señales del cerebro que causan náusea y vómitos. Algunos medicamentos producen somnolencia o sedación debido a tus efectos en otras partes del cerebro impidiendo al animal disfrutar del viaje. Sin embargo, no todos los tratamientos para el mareo tienen estos efectos.

Pide a tu veterinario información sobre la medicación para el mareo de tu perro sin efecto sedante.

lunes, 25 de febrero de 2013

Tumores mamarios felinos


TUMORES MAMARIOS FELINOS

Los tumores mamarios felinos (TMF) son los terceros en incidencia en esta especie. La ovariohisterectomía (esterilización) realizada a temprana edad disminuye el riesgo de estas neoplasias en la edad adulta a más de la mitad. Suelen tener un crecimiento rápido e invasivo, ya que la mayoría (80-96%) son malignos, por lo que el tratamiento siempre ha de ser más agresivo que en el caso de la perra.

En gatas jóvenes es frecuente la aparición de displasias, provocadas por un estímulo hormonal (progestágenos) entre las que destaca el complejo hipertrofia fibroadenoma (CHF). Para establecer el diagnóstico definitivo, es necesario el estudio histológico del tumor, aunque la citología es diagnóstica en muchos casos. Antes de tratar los tumores, hay que evaluar la extensión tumoral, y para ello hay que hacer un examen clínico completo, una exploración de las 2 cadenas mamarias y los ganglios axilares/inguinales (y citología si se sospecha que están afectados), evaluación radiológica del tórax y, en ocasiones, evaluación ecográfica del abdomen.

El tratamiento de elección de los TMF es el quirúrgico. Se establece en función de la historia y el estadio clínico (extensión de la enfermedad), la edad y el estado general del animal (presencia de enfermedades concurrentes).

Tratamiento quirúrgico.
La escisión quirúrgica puede ser curativa en muchos casos, mejora la calidad de vida y además permite el estudio histopatológico del tumor. La cirugía de un TMF nunca debe posponerse dada la elevada agresividad de los mismos. Únicamente en los estadios clínicos local avanzado (tumores de gran tamaño y adherencia) y en el de metástasis a distancia no se recomienda la escisión quirúrgica; aunque en el último caso, se puede realizar una cirugía conservadora y paliativa si las metástasis son de pequeño tamaño.

La edad es un factor a tener en cuenta; ya que si aparecen nódulos mamarios que crecen rápidamente en una gata menor de 3 años, lo más probable es que se trate de una displasia mamaria (CHF). En estos casos, la retirada del producto hormonal (progestágeno), la castración y el empleo de medicamentos anti-hormonales (ver tratamiento hormonal) suele ser suficiente. Solamente en algunos casos en los que después de estas medidas la displasia no se ha reducido completamente, puede ser necesario extirpar quirúrgicamente la lesión mamaria.Por otro lado, en una gata adulta, en ningún caso la edad debe impedir la escisión quirúrgica, siempre que el estado clínico del animal sea estable y el riesgo anestésico moderado. La presencia de enfermedades concurrentes graves sí puede posponer o rechazar una intervención quirúrgica.

En general, la ovariectomía en el momento de la cirugía de los TMF no evita el desarrollo de nuevas neoplasias malignas, ni mejora el pronóstico de los tumores malignos, aunque es recomendable para evitar la aparición de nuevas neoplasias mamarias benignas y otras enfermedades.

Existen varias técnicas quirúrgicas que se practican en función del número de tumores, de las características clínicas de los mismos (tamaño, adherencia y ulceración), de la afectación ganglionar y del estado clínico del animal. La escisión de los tumores mamarios en la gata debe ser siempre agresiva. Así la nodulectomía (extirpación del tumor pero no de la glándula) está contraindicada. Se puede hacer mastectomía simple si el tumor es de pequeño tamaño (< 1 cm), dejando siempre un margen amplio de 3 cm alrededor. Si el tumor mide 1 cm o más, pero es menor de 2 cm, se puede hacer mastectomía regional (1ª y 2ª mamas o 3ª y 4ª) o completa, aunque siempre es recomendable la mastectomía completa, ya que se ha comprobado que la 2ª mama puede drenar al ganglio inguinal, y que la 3ª puede hacerlo al axilar. Si el tumor mide 2 cm o más, especialmente si alcanza los 3 cm, el pronóstico es malo, y se recomienda siempre una mastectomía completa radical, y como es probable que el tumor esté invadiendo la cadena mamaria contra-lateral, posteriormente se debe hacer mastectomía de la cadena contralateral.
Los ganglios axilares deben extirparse si están afectados (macroscópicamente o mediante citología) y respetarse en caso contrario, los inguinales, se quitan siempre que se extirpe la mama inguinal.

Quimioterapia.
La quimioterapia en TMF se puede emplear de varias formas.
La forma adyuvante posquirúrgica es cuando se realiza después de la cirugía en casos con un pronóstico clínico e histológico malo para tratar la enfermedad micrometastásica, o bien, cuando existen metástasis a distancia después de haber extirpado los tumores primarios.

Los quimioterápicos que han demostrado tener eficacia en los TMF son principalmente la doxorubricina, la mitoxantrona, ciclofosfamida, vincristina, gemcitabina y carboplatino. El más frecuentemente empleado y probablemente más eficaz es la doxorubricina. En su lugar, para evitar la cardiotoxicidad de la doxorubricina, se puede emplear la mitoxantrona (novantrone®). Se recomienda un total de 4 a 6 ciclos después de la cirugía. Estos dos quimioterápicos se pueden administrar solos o en combinación con vincristina y ciclofosfamida, aunque no se ha demostrado que la quimioterapia combinada sea más eficaz que la simple.

Puesto que la mayoría de los TMF son malignos y cuando se diagnostican están ya avanzados (con afectación ganglionar regional), la administración posquirúrgica (después de la extirpación de todos los tumores primarios y ganglios afectados) está indicada en muchos casos.

Sin embargo, no existe un protocolo específico para este tipo de neoplasias, y hay controversia en relación a su eficacia.

En un primer estudio en el que se trataron gatas cáncer de mama de malignidad elevada con doxorubricina después de la cirugía de los tumores, comprobaron que la supervivencia total de la gatas tratadas con quimio era de 448 días y el tiempo libre de enfermedad de 255 días, supervivencias similares a las reportadas por otros estudios sin quimioterapia. En un trabajo reciente en 73 gatas se ha demostrado que, cuando se realiza mastectomía radical unilateral, la supervivencia de las gatas tratadas con doxorubricina es mayor que las de las no tratadas con quimioterapia (1.998 días versus 414 días, respectivamente). Sin embargo, si la cirugía no es radical, la diferencia entre la supervivencia de las gatas tratadas y las no tratadas con quimioterapia no es estadísticamente significativa. Hacen falta estudios clínicos sobre la eficacia de quimioterapia metronómica (oral a dosis bajas) en gatas con tumores mamarios.

Tratamiento hormonal y otras terapias.
El uso de medicamentos con actividad antihormonal o anti-receptor hormonal (estrógenos y progesterona) no se ha estudiado en profundidad en TMF malignos. Sin embargo, las displasias mamarias felinas poseen un elevado número de receptores de estrógeno y progesterona y, el CHF está ocasionado por un exceso de progesterona (por la aparición del primer celo, la gestación, o por el uso de progestágenos tanto en machos como en hembras). Se ha demostrado que la administración del bloqueante del receptor de progesterona (aglepristona, alizine®) disminuye y puede llegar a eliminar el CHF tras su administración durante 2 a 4 semanas. Además del tratamiento con aglepristona, se recomienda la ovariohisterectomía y, sólo en algunos casos en los que después del tratamiento con aglepristona la displasia mamaria no ha desaparecido completamente, está indicada la mastectomía.

Por otro lado, no existen muchas referencias clínicas sobre la eficacia y toxicidad de medicamentos anti-ciclooxigenasas (Cox-2) en gatas con tumores mamarios felinos, aunque sí
se ha demostrado que la inmunoexpresión de esta ciclooxigenasa es mayor en tumores malignos que en benignos, por lo que su uso podría estar indicado como paliativo y, potencialmente antitumoral.

En un estudio retrospectivo en el que se trataron gatas con tumores mamarios de elevado grado de malignidad con doxorrubricina y meloxicam, no se encontraron diferencias significativas en cuanto a la supervivencia de las gatas tratadas, pero hacen falta más estudios para conocer la eficacia de estos medicamentos.

La combinación de un diagnóstico precoz, de cirugía agresiva y de quimioterapia postquirúrgica son las herramientas que aumentan la supervivencia en gatas con TMF malignos.


Dolores Perez Alenza
Universidad Complutense de Madrid
Proceedings of the Southern European Veterinary Conference - SEVC -
Sep. 29-Oct. 2, 2011, Barcelona, Spain
Borrego JF; Cartagena JC; Engel J. Treatment of feline mammary tumours using
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