miércoles, 25 de noviembre de 2020

El microchip

Qué es el microchip y para qué sirve





El microchip es un sencillo dispositivo que permite localizar a tu perro en caso de que se pierda. 

Además de ser obligatorio ponérselo, se trata de un mecanismo eficaz de control que hará que puedas 
recuperar fácilmente a tu amigo. Además, no es doloroso ni nocivo para él.

Es de pequeño tamaño y se implanta mediante una inyección en la parte lateral del cuello. El chip tiene un número de serie que puede leerse con los dispositivos adecuados, accediendo a una base de datos que permite saber a quién pertenece el perro. Es altamente recomendable ponérselo. Recuerda que si tu perro se pierde y no tiene microchip, se considerará que no es de nadie, pudiendo ser dado en adopción y haciendo muy difícil que puedas recuperarlo.

Es un dispositivo electrónico del tamaño de un grano de arroz que se le implanta al perro mediante una sencilla inyección subcutánea en la parte lateral del cuello. No es necesaria anestesia y su vida media es de unos 50 años, por lo que tendrás que colocárselo una sola vez en su vida.

El chip contiene un número de serie de 15 dígitos al que puede accederse mediante un lector de microchips del que disponen tanto veterinarios como los cuerpos de seguridad. Con ese número, se entra a una base de datos donde figura la información que permite localizar al dueño del perro. Viene a ser como el DNI de tu perro.

Sin el microchip, las posibilidades de que el perro pueda regresar a su casa en caso de pérdida disminuyen drásticamente.

Suele colocarse cuando el perro tiene entre 3 y 6 meses, aunque puedes ponérselo en cualquier momento de su vida.

Además, el microchip no tiene baterías ni sustancias nocivas que puedan afectar a tu perro. Se trata de un dispositivo estéril e innocuo que no tiene efectos secundarios ni molestará al perro en ningún momento. El momento del pinchazo puede resultar algo molesto, porque la aguja es algo más gruesa que la de las vacunas, aunque hay perros que ni siquiera se quejan.


¿Qué pasa si no le pongo el microchip a mi perro?

Si tu perro no tiene microchip y lo pierdes, te puede resultar difícil demostrar que es tuyo en caso de que logres localizarlo. Además, si alguien lo encuentra y le instala el microchip, el perro será suyo a efectos legales.

Actualmente, es obligatorio poner el chip a todo animal de compañía. La multa por tener un perro sin microchip puede ser de 600€ o más si se trata de una raza peligrosa.


¿Qué puedo hacer si mi perro se pierde?

Si tu perro se pierde, ponte en contacto con tu veterinario para que de la notificación al registro de animales de tu comunidad. Si crees que puede haber sido robado, comunicaselo inmediatamente a la Policía  para que puedan actuar.

Asimismo, si localizas un perro perdido, llévalo a cualquier veterinario y pídele que lea su chip y se ponga en contacto con su dueño.


¿Si cambio de domicilio puedo modificar la información del chip?

Lógicamente, si cambias de domicilio, debes comunicárselo a tu veterinario para que se lo notifique al registro, o bien ponerte en contacto directamente con el registro de animales de tu comunidad, con el fin de que modifiquen la información que figura en la base de datos. Consulta la página de la Red Española de Identificación de Animales de Compañía.

En el caso de que cambies de Comunidad Autónoma, deberás darte de baja en la original y de alta en la nueva. Tendrás que rellenar y firmar unos papeles. Este trámite tiene un coste, ya que supone papeleo. Si te olvidaste de darlo de baja en la comunidad original, tu nuevo veterinario podrá realizar todo el papeleo.

Si te vas a vivir al extranjero, tu nuevo veterinario leerá su microchip y realizará los trámites necesarios para registrarlo en el nuevo lugar de residencia. Salvo determinados países que no cuentan con el sistema ISO, no tendrás que poner otro microchip.

Si te vas de vacaciones o a vivir a otro país europeo de manera temporal, puedes consultar en la página www.europetnet.org si tu perro figura en la base de datos.

Te pedirán el número del microchip, que figura en la cartilla sanitaria de tu perro.

Este trámite es gratuito.


Qué son EUROPETNET Y REIAC

Europetnet es un grupo de asociaciones europeas que comparten los registros de identificación de todos los animales de compañía que tienen microchip. Así, si viajamos por el extranjero y nuestro perro se extravía, podemos introducir su número de identificación en la página web y obtener el registro de entidades por las que haya pasado desde que se perdió.

Los países que forman parte de Europetnet son: Alemania, Austria, Bélgica, Chipre, Eslovaquia, España, Estonia, Dinamarca, Holanda, Hungría, Irlanda, Lituania, Luxemburgo, Noruega, Polonia, Reino Unido, República Checa, Rusia, Suecia y Suiza.

Por otro lado, la REIAC es la Red Española de Identificación de Animales de Compañía. Agrupa las bases de datos de los animales con microchip y ofrece un sistema centralizado de consulta y localización.


Conclusiones

    • El chip es un dispositivo muy recomendable para tener controlado a tu perro.

    • El chip contiene un número de serie único para cada animal que viene a ser como su DNI.

    • En caso de pérdida de tu perro, podrás localizarlo fácilmente.

    • Es obligatorio poner microchip a los animales de compañía.

    • Si tu perro no tiene microchip y alguien se lo pone, será suyo a efectos legales.

   • Si tu perro se pierde, acude a tu veterinario para que lo notifique al registro de animales de tu comunidad.

    • También puedes acudir directamente al registro.

   • Si sospechas que te lo robaron, denúncialo a la policía y al Seprona. Facilítales el número del microchip.

   • Si encuentras un animal perdido, llévalo a un veterinario para que lea su microchip y localice al dueño.

    • Si necesitas modificar los datos de localización, acude a tu veterinario o ponte en contacto con la REIAC.

    • Europetnet y Reiac son dos redes que disponen de los registros de identificación de los animales de compañía.



Extraido de Redcanina.es







lunes, 9 de noviembre de 2020

 

FAQ´s acerca de la

vacunación en nuestras mascotas



1. ¿Debo vacunar a mi perro?, ¿Debo vacunar a mi gato?

Si aún te estás formulando estar pregunta, la respuesta es ¡SÍ!

Las vacunas son administradas para establecer medidas preventivas en cachorros y animales adultos frente a determinadas enfermedades infecciosas. 

Las vacunas estimulan el sistema defensivo o inmunitario frente a una invasión por un microorganismo (virus o bacteria) causante de una enfermedad concreta. Cuando la vacuna es introducida por inyección u otro medio, el sistema inmunitario actúa aumentando la respuesta protectora. Si nuestra mascota se expone posteriormente al microorganismo, el sistema inmunitario está preparado y previene la infección o reduce la gravedad de la enfermedad. 

2. ¿Por qué es tan importante vacunarse?

Porque es la intervención más efectiva para proteger y aumentar la esperanza de vida de nuestras mascotas, logrando erradicar o disminuir la aparición de enfermedades infecciosas graves.

También controlamos mediante la vacunación enfermedades que pudieran transmitirse desde nuestras mascotas a las personas, las llamadas zoonosis, tales como la rabia y la leptospirosis en los perros.

3. ¿Qué beneficios aporta?

Ayudan a controlar y eliminar enfermedades graves. Gracias a ellas, muchas enfermedades graves han desaparecido. Además de proteger a la mascota que se pone la vacuna, ayuda a proteger a las que le rodean, sobre todo a mascotas con su sistema inmune débil o inmunodeprimido. Es lo que se conoce como “efecto rebaño”.

4. ¿Son seguras las vacunas?

Lo son, porque como otros medicamentos, pasan controles estrictos antes y durante su uso, manteniendo una vigilancia constante.

5. ¿Tienen efectos secundarios?

Como todos los medicamentos pueden tener efectos secundarios, peros estos son leves y temporales, como son el dolor en la zona del pinchazo o fiebre de corta duración.

Excepcionalmente puede dar otras reacciones más graves en mascotas que padecen alergia grave a alguno de sus componentes.

6. ¿Dónde y quién te administra la vacuna?

Se administran en tu centro veterinario por profesionales. Una vez administrada, se espera unos minutos, por si apareciera algún efecto secundario.

7. ¿Cuándo NO se pueden administrar? ¿Cuándo está contraindicado?

En los procesos de fiebre previos  o parasitarios se recomienda retrasar la vacunación. También cuando se conoce que hay una alergia grave a la vacuna o enfermedad concurrente que desaconseje la vacunación.

8. La vacunación no acaba cuando se llega a la edad adulta... es importante a lo largo de la vida.

Existe un calendario  de vacunación que  incluye las vacunas que se recomienda administrar a lo largo de toda la vida de nuestra mascota.


Consulta a tu veterinario para más información.


miércoles, 22 de julio de 2020


HURONES


Nombre científico: Mustela Putorius furo






Historia

Fué domesticado hace al menos dos mil quinientos años para cazar conejos. Mide unos 38 cm y pesa entre 0,7 y 2 kg.

Los primeros hallazgos arqueológicos de hurones datan del 1500 a. C. Aunque no se sabe a ciencia cierta cuándo empezó a ser domesticado. Se cree que la domesticación fue similar a la del gato. Hay quien dice que los antiguos egipcios tenían hurones, pero es más creíble que los europeos que visitaban Egipto viesen gatos, y pensaran que usar un pequeño carnívoro para proteger las reservas de grano era una gran idea. Al no haberse encontrado hurones momificados ni jeroglíficos que los representen, esta teoría tiene poco fundamento.
Hacia el año 6 a. C., el emperador César Augusto envió hurones o mangostas (denominadas viverraepor Plinio el Viejo) a las islas Baleares para controlar las plagas de conejos.
El hurón desciende probablemente del turón (Mustela putorius), por lo que el nombre científico más utilizado para este animal es Mustela putorius furo. También es posible que los hurones tengan como antepasados al turón de la estepa (Mustela eversmannii).


Caza

Durante cientos de años el principal uso de los hurones fue la caza de lagomorfos (conejos). Con su cuerpo largo y estilizado, están bien adaptados para entrar en madrigueras y cazar a los animales que haya dentro. Aún se usan para cazar en algunos países, sobre todo en Australia donde los conejos son una plaga y, a pesar de la tecnología moderna, la combinación de unas cuantas redes y un par de hurones resulta muy eficaz.
En España, el uso de hurones para la caza está regulado en cada comunidad autónoma aunque la mayoría, como por ejemplo las islas Baleares, prohíben su uso por ley. Otras comunidades, pese a prohibir la caza con hurones, permiten hacerlo si se consigue un permiso de la Consejería debido a que se reconozca que existe una plaga de conejos.


Hurones como mascotas

Los hurones son animales más parecidos al perro que al gato, sobre todo a nivel veterinario. En España, requieren tener obligatoriamente pasaporte con chip y vacunas en regla, incluso (aunque no en todas las comunidades) es necesario vacunarlos contra la rabia. Son enérgicos, curiosos y les gusta jugar con sus dueños.





Peligros domésticos para los hurones

Los hurones son expertos en colarse por los agujeros de los armarios, las paredes, o detrás de los electrodomésticos, donde pueden resultar heridos o incluso fallecer a causa de los cables eléctricos, los ventiladores y otros artículos peligrosos. Las sillas plegables son una auténtica trampa mortal para ellos, pues se suben con frecuencia sobre estos muebles, plegándolas después y muriendo aplastados. Por estas razones, antes de adquirir un hurón como animal doméstico, es necesario tomar una serie de medidas en el hogar, como retirar o asegurar cualquier aparato o mueble peligroso o tapar los posibles agujeros repartidos por la casa. Muchos dueños optan por recluir sus hurones en una jaula durante la noche o mientras se ausentan de casa.


Alimentación

Los hurones son por naturaleza carnívoros. La comida para gatos si es de buena calidad es mejor que la comida para hurones que casi todas están llenas de cereales que son muy malos para la salud del hurón. Cuando se lea la etiqueta, los tres ingredientes más abundantes deben ser derivados cárnicos, pues los hurones no pueden digerir correctamente los compuestos de cereales usados en las marcas más baratas de alimento para hurones.

El alimento ideal del hurón contiene un 32–38% de proteínas y un 15–20% de grasas (el origen de las proteínas del alimento del hurón debe proceder siempre de carne, no de soja o plantas similares). Aunque un alto contenido proteico es esencial, si este es mayor del 38 % puede generar ocasionales cálculos renales y obstrucciones urinarias en los hurones más viejos. Las pasas y la malta no están recomendados para hurones pues incluso una cantidad pequeña de azúcar puede ocasionar anomalías en el funcionamiento del páncreas, donde se produce la insulina. los productos vegetales no aportan nada a los hurones que al ser carnívoros estrictos tienen el intestino muy corto y esto impide la asimilación de las proteínas vegetales.


Actividad

Los hurones pasan la mayor parte del tiempo, de catorce a dieciocho horas al día, durmiendo, pero cuando están despiertos son muy activos, dedicándose a explorar a su alrededor de forma exhaustiva. Los hurones son animales crepusculares, es decir, que son más activos durante el amanecer, el atardecer y parte de la noche. Si están enjaulados, deben ser sacados de forma diaria para que hagan ejercicio y satisfagan su curiosidad; necesitan al menos una hora y un lugar de juego. Los hurones, al igual que los gatos, pueden utilizar una caja (preferiblemente esquinera) para realizar sus deposiciones con un poco de entrenamiento, aunque es necesario tener cajas en distintos cuartos porque no la buscarán si les queda lejos. Los hurones son también buenos inquilinos del patio trasero y les encanta que les acompañen en el jardín. Sin embargo, no se les debe permitir vagar libremente; los hurones son audaces a puntos peligrosos y exploran cualquier agujero que encuentren, incluidos los desagües para la lluvia y las bolsas para personas. Siempre que se encuentren en el exterior deben ser vigilados de cerca, y preferiblemente sujetos por una correa con arnés con dos secciones.

Juegos

Los hurones son animales muy sociables y a la mayoría les encanta jugar con los humanos. El "juego", desde el punto de vista del animal, puede ser algo parecido al escondite o más bien una forma de representación de la caza en la cual el ser humano debe capturarlo, o este intentar morder a los humanos en los dedos de manos y pies. Al igual que un gato juguetón, los hurones no muerden de verdad a sus compañeros humanos la mayoría de las veces, sino que agarran suavemente un dedo de la mano o el pie con la boca y luego ruedan alrededor de él. Por el contrario, los que han sufrido malos tratos o están heridos morderán firmemente al ser humano. Estos tienen unas mandíbulas extremadamente fuertes y pueden atravesar con facilidad la piel humana. Una vez correctamente educados, los hurones muerden muy raramente a los seres humanos. La mayoría de los juguetes para gatos funcionan bien con ellos. No obstante, los que están hechos de caucho o de espuma se deben evitar, pues estos pueden masticarlos y tragar trozos pequeños que ocasionan obstrucciones intestinales. Cuando los hurones están particularmente estresados o excitados y contentos por el juego, pueden realizar la danza de guerra de la comadreja, caracterizada por una serie de frenéticos saltos laterales acompañados de un grito característico similar a un ¡Dok, dok, dok!

Los hurones y los niños

Los niños pequeños deben ser vigilados cuando se encuentran con hurones, ya que a menudo piensan que es un simple animal de peluche que pueden estrujar cuanto quieran, sin darse cuenta de que en realidad lo están estrangulando. El animal suele reaccionar retorciéndose, arañando, o cuando ya está totalmente desesperado, mordiendo con fuerza. No tiene por qué haber nada malo en que un niño juegue con un hurón, siempre y cuando exista un control por parte de adultos, como en el caso de cualquier otro animal.

En el Reino Unido, los hurones se usan a veces para capturar las ratas y ratones que infestan las casas. Estos "hurones cazadores" de roedores se conocen como hurones galgo debido a su menor tamaño y capacidad para desplazarse rápidamente por espacios estrechos. Algunos dueños de "hurones cazadores" entrenan a sus animales para que sean muy agresivos; por tanto, un niño que haya tenido un contacto previo con unos domésticos puede correr peligro cuando se encuentra con uno criado de forma no doméstica o simplemente irresponsable, como ocurre con cualquier otro animal.

Naturaleza social

Los hurones son animales extremadamente sociales, a los que les encanta jugar con otros miembros de su especie. A menudo se amontonan unos sobre otros cuando duermen. Es recomendable que en caso de tenerlos como mascotas, sean dos o más -preferiblemente tres- a la vez para no exponerlos a la soledad. No obstante, tampoco hay nada malo en poseer uno solo, siempre y cuando reciba sus porciones de tiempo, atención y juegos por parte de su dueño. Algunos hurones juegan también con gatos domésticos

Otros usos de los hurones

En tiempos recientes los hurones son utilizados para llevar cables a través de largos conductos. Los han empleado de esta manera en el Jet Propulsion Laboratory de la NASA y por los organizadores de eventos en Londres.

También se usan frecuentemente en la caza para sacar a la presa de madrigueras donde los perros no pueden llegar, poniéndoles unas argollas de metal en la garganta para que no puedan matar ni comer a la presa.





Biología del hurón

Como muchos otros carnívoros, los hurones tienen glándulas odoríferas junto al ano. Las segregaciones de estas se usan para marcar el territorio. Se ha demostrado que los hurones pueden identificar si una marca fue dejada por macho o una hembra. Como la mofeta, el hurón puede usar sus glándulas perianales cuando se excita o se asusta, pero el olor desaparece rápidamente. También estas glándulas tienen la función de lubricar sus deposiciones (por lo que su falta les hace más propensos a sufrir prolapso rectal y otras dolencias). La mayoría de los hurones de Estados Unidos se venden con las glándulas quitadas cosa que solo hace que el hurón no pueda lubricar sus heces.

Pese a ello, cabe decir que no es verdad que quitándoles las glándulas perianales desaparece su olor, tan solo es una invención. La solución para eliminar el olor que se genera en algunos casos durante el celo, normalmente en machos, es castrarlos (quirúrgicamente o químicamente), pero quitándoles dichas glándulas (que por otro lado segregan un lubricante natural para las heces que es muy necesario en el caso de los hurones) solo se consigue dañarlos, ya que es una operación muy delicada y peligrosa. Se ha comprobado, por tanto, que no es necesaria la extirpación de dichas glándulas, ya que los gases que raramente expulsan (en situaciones de estrés o peligro) desaparecen enseguida, y el verdadero causante del olor de los hurones es una serie de glándulas situadas principalmente en la base de la nuca, aunque hay más repartidas por todo el cuerpo, que segregan un aceite que ayuda a proteger su pelaje y que producen un olor más intenso en la época de celo.

La esterilización es recomendable en los machos (por el fuerte olor que desprenden cuando llegan a la edad adulta) y casi obligatoria en las hembras (a no ser que se quieran dedicar a cría) por los problemas derivados de los celos persistentes.

En los Estados Unidos se conoce que muchos hurones sufren varios problemas de salud. Los más comunes son los cánceres que afectan a la glándula adrenal, al páncreas y al sistema linfático.

El hurón adulto

Los hurones suelen vivir entre 8 y 10 años, y consideraríamos que un hurón es mayor, cuando supera los 4 años. A esta edad suelen aparecer enfermedades como el linfoma, insulinoma, la enfermedad adrenal y enfermedades cardíacas, que con una revisión podríamos prevenir

Enfermedad adrenal

La enfermedad adrenal, un crecimiento excesivo de las glándulas adrenales que puede ser producido por hiperplasia o cáncer, es usualmente diagnosticada por los síntomas como la pérdida de pelo, incremento de la agresividad, y (en las hembras) ensanchamiento de vulva. Incluso si el crecimiento es benigno, puede causar un desequilibrio hormonal que puede tener efectos devastadores en la salud del hurón. Algunas opciones de tratamiento son extirpar las glándulas afectadas y terapia de esteroides u hormonas. La causa de la enfermedad adrenal es desconocida, pero algunos especulan que los ciclos de luz artificiales a los que los hurones son expuestos (alteración del fotoperiodo) puede o contribuye al crecimiento de esos tumores. Otros sugieren que el problema es hereditario, hay estudios que recogen la incidencia de la enfermedad adrenal en función del origen del hurón (línea genética), y también se ha especulado mucho que puede ser producida por una castración precoz, antes de las seis semanas de edad. Hay estudios científicos que han determinado la relación directa entre la enfermedad adrenal y la castración, sea cual sea la edad a la que se le practique.

Insulinoma

Se sabe que los hurones pueden sufrir también de insulinoma, un cáncer del páncreas. El crecimiento de nódulos cancerígenos en los lóbulos del páncreas a veces, aunque no siempre, produce un incremento en la producción de insulina, la cual regula el metabolismo de la glucosa. Demasiada insulina supone una bajada de nivel de azúcar, lo cual produce letargo, ataques y finalmente la muerte. Los síntomas de insulinoma incluyen letargos, babeo, bufar o espumear por la boca, miradas "perdidas" al vacío y ataques.

Se desconoce la causa de la insulinoma. Se especula que la dieta de los hurones domésticos es demasiado diferente a la dieta natural de sus antecesores, e incluyen demasiado azúcar o carbohidratos. El tratamiento de insulinoma incluye extirpación de los lóbulos cancerígenos, tratamiento farmacéutico con esteroides que supriman la producción de insulina, cambios suplementales en la dieta (reduciendo carbohidratos y azúcares al mínimo), o una combinación.

Enfermedades virales

La enteritis catarral epizoótica (ECE en sus siglas en inglés)
Es una enfermedad viral aparecida por primera vez en el noreste de EE. UU. en 1994, es una inflamación de las membranas mucosas del intestino. En los hurones, la enfermedad se manifiesta como una severa diarrea (a menudo de brillante color verde), acompañada de pérdida de apetito y una fuerte pérdida de peso. El virus puede pasar por medio de fluidos e indirectamente entre humanos. A pesar de que a menudo resultaba fatal cuando fue descubierta, la ECE es hoy en día una amenaza menor, siempre que se cuente con el tratamiento adecuado.

El virus de la enfermedad aleutiana (ADV)
Es una enfermedad que se hallaba a comienzos del siglo XX en los visones de las Islas Aleutianas. En los hurones, el virus afecta al sistema inmunitario (haciéndoles incapaces de producir anticuerpos eficaces) y a muchos órganos internos, sobre todo los riñones. No existe cura ni vacuna para esta enfermedad, y pueden portar el virus durante meses o años sin presentar síntomas externos. Como resultado, muchas organizaciones de amantes de los hurones, así como vendedores, recomiendan que los propietarios sometan a sus mascotas a las pruebas de identificación de la enfermedad con regularidad, y que los separen de otros hurones si los resultados son positivos.

Síndrome de Waardenburg
Los hurones con rayas o cabeza completamente blanca (llamaradas, pandas, etc.) son portadores seguros de un defecto congénito conocido como síndrome de Waardenburg. Este síndrome causa, entre otras cosas, una deformación en la bóveda del cráneo, que se ensancha y produce las marcas blancas de la cabeza, pero también una sordera total o parcial. Se estima que hasta el 75% de los hurones con signos visibles del síndrome son sordos. Además de esto, la deformación craneal causa también un alto número de cachorros que nacen muertos y algún caso de fisura en el paladar. Debido a esto, muchos cuidadores no crían hurones que presenten síntomas del síndrome de Waardenburg.

El celo en hurones. Implantes y hormonas.

Los hurones son animales estacionales y entran en celo en una época en concreto. Los machos entran en celo entre diciembre y enero, y las hembras entre febrero y marzo. El celo en hurones puede ser una preocupación, sobre todo en hembras. Una hembra que entre en celo y no sea cubierta o que le cortemos el celo, puede desarrollar una enfermedad importante y puede llegar a morir. Hay dos maneras de cortar el celo, un inyectable o bien un implante, estos liberan una hormona que lo que hace es cortar el celo, el efecto el inyectable puede durar hasta un mes, mientras el implante puede durar hasta 3 años. Cuando cortamos el celo estamos previniendo la enfermedad adrenal, que es muy frecuente en hurones, y la mayoría de casos vienen de hurones castrados, por eso no recomendamos la castración, si no, el implante de hormonas para cortar el celo.

¿Cómo lo debo mantener?

Para los hurones hacen falta jaulas a prueba de fugas y mordiscos. Conviene una jaula grande si el animal pasa todo el día en ella y, por lo menos, debe disponer de una zona para las deposiciones (con arena de gato, papel, etc.), otra para la comida y un sitio para dormir (las hamacas suelen ir muy bien y, como no tocan el suelo, permiten incrementar el espacio de juego). Siempre que los saquemos de la jaula hay que vigilarlos y tener cuidado con las cosas que se puedan tragar, los sitios donde se puedan esconder (a veces saben entrar pero no volver a salir) y las alturas (no son conscientes de los desniveles).

¿Hay que vacunarlos y desparasitarlos?

No es obligatorio vacunarlos de nada, pero se recomienda vacunar frente al virus del moquillo canino. Esta enfermedad resulta casi mortal en hurones y se transmite por contacto directo, pero también a través de objetos como nuestra ropa o nuestros zapatos.

La rabia también puede afectar a los hurones. Esta enfermedad, sin embargo, se transmite exclusivamente por mordedura de animales enfermos y además se encuentra erradicada en Cataluña.

De los parásitos externos, las pulgas y garrapatas son un riesgo para los hurones que conviven con perros o que salen a la calle. Los ácaros que provocan sarna en los oídos son muy frecuentes y afectan hurones que viven solos y que nunca salen a la calle.

Los parásitos intestinales son poco frecuentes y se detectan mediante un examen fecal.

Las filarias son nematodos (gusanos) que en su fase adulta viven en el corazón, produciendo una enfermedad que puede resultar muy grave. Se transmiten mediante mosquitos que viven en zonas húmedas (cerca de ríos, lagos, etc.), así que si nuestro hurón tiene que visitar una de estas zonas es muy recomendable utilizar algún tipo de prevención.

¿Me pueden transmitir alguna enfermedad?

Los hurones nos pueden pasar pulgas y garrapatas si están infestadas; también pueden contagiarnos hongos causantes de tiña (dermatofitos), que generalmente detectaremos en el animal antes que en las personas, y , si están afectadas, rabia. La toxoplasmosis sólo nos la pueden transmitir si nos comemos al hurón, cosa poco probable.