viernes, 19 de febrero de 2010

CONFLICTOS DE JERARQUÍA

Un tipo de problema conductual que suele darse en los perros son los conflictos de jerarquía que suelen darse dentro del grupo familiar.

Para poder entender esta situación, tenemos que partir del concepto de que los perros son jerárquicos, es decir, en la familia del perro (manada) siempre existe un miembro dominante “alfa” y uno receptivo “omega” entre los cuales se establece una relación de dominancia-subordinación. 

Este mismo concepto se aplica a nuestra relación con nuestra mascota, ya que nuestra familia es en todo caso su manada.

Si se da un problema de jerarquía dentro de la “manada”, está sucediendo que nuestra mascota quiere demostrarnos que es ella la que manda dentro de la misma, y por tanto no acepta nuestra autoridad. Trata de demostrar que jerárquicamente está por encima de nosotros. Por esto nos gruñe e intenta mordernos, por ejemplo, cuando la queremos hacer bajar del sofá o cuando intentamos cepillarla o cuando queremos quitarle un juguete de la boca.

El miembro dominante de la manada siempre tendrá privilegios tales como ser el primero en tener acceso a la comida, juegos y caricias. Una vez establecida, la relación de dominancia, ésta se mantiene a través de un lenguaje ritualizado, donde hay un individuo que presenta señales de dominancia y un individuo que responde con señales propias de sumisión, manteniendo así cierta armonía en la convivencia. Cuando existe una comunicación deficiente se puede dar una lucha real, cuyo vencedor ve reafirmada su dominancia.

Como resultado del proceso de sociabilización con el hombre, nuestra mascota mostrará las pautas de comportamiento jerárquico que mostraría con la manada, por lo que es muy importante interpretar estas señales para poder comunicarnos de manera efectiva con nuestra mascota y establecer reglas que fomenten el liderazgo del ser humano sobre la mascota en nuestra “manada”.

Estos conflictos jerárquicos pueden desencadenar agresividad por dominancia que puede convertirse en un problema grave si no se corrige esta pauta de conducta.


Este problema, si bien es común, es debido principalmente, a errores durante los procesos de educación del cachorro, exagerada humanización de nuestras mascotas, etc,.

Generalmente tiene una correcta solución, la cual está en manos de veterinarios especialistas en comportamiento animal (etólogos), que estudiarán cada caso en particular para determinar las causas de este problema, y la manera más adecuada para disminuirlo o eliminarlo mediante un proceso de educación y/o adiestramiento.