Golpe de calor: el enemigo de nuestras mascotas en verano.
Definición:
El golpe de calor es el nombre común de la hipertermia. Aparece cuando, por exceso de calor, la temperatura corporal sube de manera muy brusca, tanto que el organismo no es capaz de regularla. Cuando la subida del calor corporal supera un determinado límite hay riesgo de daños en los órganos internos y mal funcionamiento de los procesos fisiológicos.
Es un trastorno grave que se presenta cuando un animal no alcanza a disipar más calor del que genera o absorbe y generalmente ocurre por estar expuesto a una fuente de calor.
Sus efectos pueden ser temporales o irreversibles, pudiendo provocar la muerte del animal por fallo generalizado.
Nuestros animales de compañía son mucho más sensibles al calor que los humanos de tal manera que un día caluroso puede ser muy peligroso para ellos,si la exposición al calor pasa de lo razonable.
El ejemplo más frecuente es el de los animales que permanecen dentro de un coche o atados al sol en pleno verano.
Causas y factores de riesgo:
Entorno:
• Altas temperaturas en el exterior.
• Temperatura moderada en el exterior después de varios días de calor sofocante.
• Humedad ambiental alta, que dificulta la propia eliminación de vapor de agua del animal.
• Espació reducido y/o mal ventilado: coche, habitación, patio pequeño, balcón, trasportín, tiendas de campaña, bodega de un barco…
• Agua: poca cantidad, no fresca o no renovada a menudo.
• Carencia de sombra o sombra muy reducida.
• Suelos de cemento.
Animal:
• Muy jóvenes o muy viejos.
• Animales que padecen alguna enfermedad: insuficiencia cardíaca, insuficiencia respiratoria.
• Predisposición por la raza: Perros braquicéfalos (perros con nariz muy chata, como Shi tzu, Bulldog, Boxer, Pug, Pequinés…) o los gatos persas tienen más dificultades respiratorias y más problemas para regular su temperatura.
• Los perros de capa negra son más propensos porque absorben más el calor que los perros claros.
• Animales obesos, que retienen más calor, ya que la piel tiene más poder aislante.
• Digestión: no dar de comer durante el día, sino al atardecer.
• Ejercicio absolutamente prohibido en horas de más calor.
• Animal nervioso. Estrés.
Cuando la temperatura corporal se eleva demasiado se inactivan proteínas y se destruyen células. Todo esto provoca daños en todos los órganos del cuerpo sobre todo corazón, hígado, riñones y puede concluir con un edema cerebral.
A nivel de la sangre se rompen muchos glóbulos rojos y se dificulta la coagulación, lo que provoca hemorragias.
Un golpe de calor es una emergencia extrema, de modo que debe llevar al perro a su veterinario lo antes posible.
El veterinario podrá aplicar suero intravenoso y medicación para contrarrestar el shock e iniciar un tratamiento de sostén para evitar posibles complicaciones.
Síntomas:
• Aparecen cuando la temperatura interna supera los 41º C
• Jadeo excesivo.
• Fata de fuerzas y negativa a moverse.
• Temblores musculares y tambaleo.
• Respiración muy rápida y costosa.
• Aumento del ritmo cardiaco.
• Alteración en la salivación.
• Sangrado, vómitos y diarreas.
• Alteración del color de las mucosas. Pudiendo llegar a ser azuladas.
Si el perro no es tratado rápidamente en este estado pronto morirá.
Consecuencias:
• Pérdida corporal de azúcar y sales.
• Problemas de coagulación: pequeñas manchas de sangre en la piel.
• Hemorragia gastrointestinal.
• Fallo hepático y renal.
• Edema cerebral.
• Arritmias cardíacas.
• Fallo multiorgánico.
• La muerte de los pacientes ingresados en estado grave puede sobrevenir en 24h por depresión y parada respiratoria.
Primeros auxilios:
En el desgraciado caso de que nuestra mascota sufra estos síntomas de golpe de calor, siempre podemos aplicar unos primeros auxilios, pero siempre deberemos llevar a nuestro perro o gato al veterinario porque PRECISA DE ATENCIÓN VETERINARIA URGENTE.
La temperatura no se puede bajar de forma brusca, sino que debe bajar de forma paulatina y el animal debe rehidratarse y recuperar el azúcar y las sales que ha perdido. El veterinario lo hará mediante la aplicación de fluidoterapia y medicación. Una bajada demasiado rápida de temperatura también puede causar daños graves.
Si se puede, debe trasladarse de inmediato a una clínica veterinaria. Si el trayecto es en coche humedecer prioritariamente el cuello y la cabeza mediante paños mojados en agua no muy fría o un pulverizador de agua; nunca cubrirlo con toallas húmedas. Poner un cubito de hielo sobre el puente de la nariz, las ingles y las axilas.
Humedecerle la boca, sin forzarlo a beber y sin dejar que beba en exceso.
Si no puede trasladarse de inmediato a una clínica veterinaria, hay que llamar al veterinario de urgencia, quien nos dará las pautas que debemos seguir.
Es IMPRESCINDIBLE que un veterinario lo tenga medicado bajo control y observación para ver como evoluciona. La respiración normal no elimina daños cerebrales y otras secuelas de este fuerte shock. Por lo que insistimos en que debes llevarlo al veterinario lo antes posible. Él corregirá la temperatura, tratará al animal y vigilará su evolución para evitar secuelas. Algunas de las complicaciones mencionadas pueden aparecer de forma tardía y cuanto antes sean descubiertas y tratada mejores posibilidades habrá que el perro no sufra consecuencias graves.
Prevención:
• Tener siempre disponible agua limpia y fresca.
• Estar en un espacio amplio y bien ventilado.
• Contar con una zona de sombra amplia.
• Darle de comer a primera o última hora del día.
• Sacarlo a pasear a primera y última hora del día y a mediodía lo mínimo para que hagan sus necesidades.
• Evitar que haga ejercicio y no perderlo de vista en días calurosos. En estos casos el golpe de calor no se produce sólo por el calor externo: también aparece por el calor interno que se genera al hacer ejercicio y que el animal elimina mal en los días de altas temperaturas.
• Nunca debemos dejar un perro dentro de un coche, aunque pensemos que vamos a tardar sólo unos minutos. Ese tiempo puede ser suficiente para que se produzca un golpe de calor.
• Si vas de viaje con él y el coche no tiene aire acondicionado llévate hielo, un par de toallas y agua. Y evita viajar en las máximas horas de sol. Mejor viajar a primera o última hora del día o preferiblemente de noche.
• Cuando hagamos un viaje debemos detenernos cada cierto tiempo. Hay que descansar en un sitio que tenga sombra, sacar al perro a pasear un rato y darle de beber.
• En las paradas, si ves que está acalorado, moja bien la tolla y deja que se tumbe encima o que al menos ponga las patas. Puedes también de vez en cuando frotarle las almohadillas y el puente de la nariz con un cubito de hielo.
• Para cachorros o ancianos que estén en el interior en días de calor sofocante, ve reponiendo toallas húmedas en las que puedan tumbarse, un recipiente con agua fresca y mantén las persianas bajadas en el caso de radiación solar directa y deja las ventanas abiertas para que exista una buena ventilación.