CONTROL DE LA REPRODUCCIÓN INDESEADA EN LA GATA
Durante los meses de diciembre a febrero (días con horas de luz creciente), una de las preguntas más frecuentes en la consulta es: ¿qué debo hacer para que mi gata no tenga el celo? Esta pregunta suele venir acompañada de cierta desesperación por parte de los propietarios, ya que sus gatas durante esta época del año parecen estar en celo permanente.
Lo que en realidad pasa es que debido a las características particulares del ciclo sexual de las gatas, éstas pueden tener signos de celo con muy poco espacio de tiempo entre unos y otros, y en muchas ocasiones la gata está en celo durante varios días seguidos.
Una gata en celo está intranquila durante todo el día y es "ruidosa" y molesta. Si además está confinada en casa, se sentirá frustrada y adoptará algunas conductas poco agradables para los propietarios, como orinar en spray o restregarse insistentemente con los muebles o personas de la familia.
El control de la reproducción, incluido el celo, se puede realizar de forma temporal mediante el uso de hormonas o permanente mediante castración o esterilización.
La primera se caracteriza por ser un método eficaz para el control del ciclo reproductivo de la gata inhibiendo la aparición del celo y de esta forma eliminando el comportamiento sexual. Para esto se utilizan diversas hormonas. Sin embargo, estos métodos no están libres de efectos secundarios si su uso se prolonga durante mucho tiempo, como son el favorecer la aparición de tumores mamarios, infecciones de útero y edemas vulvares. Estos métodos de control sexual sólo deberían reservarse a aquellos animales destinados a reproducción, además de ser usados bajo estricto control veterinario y sólo por un período de tiempo breve.
Si nuestra intención es no tener gatitos, indudablemente la mejor opción para el control del ciclo sexual en la gata es la cirugía de castración (ovariectomía, ovarohisterectomía).
La castración es una técnica quirúrgica de rutina para el veterinario, además de ser relativamente segura. Al ser una operación de elección se escoge el momento más apropiado para ser realizado, siendo este momento cuando la gata está sana y no presenta celo evidente. En caso contrario esta operación se puede aplazar unos días o semanas hasta que el veterinario lo considere oportuno. El proceso de recuperación de la gata es relativamente rápido y en general no conlleva mayor tratamiento que la administración de antibióticos y curas de la herida durante un período de entre 7 y 10 días.
¿A que edad debemos realizar la cirugía?. Este es un tema muy controvertido dentro el ámbito veterinario. Hay veterinarios que opinan que la castración debe realizarse antes de la pubertad, mientras otros son partidarios de esperar hasta después del primer celo.
Ambos tienen ventajas y desventajas. Cuando la castración se realiza de manera temprana, se inhibe el desarrollo del comportamiento sexual, mientras que si se lo realiza después de la pubertad (primer celo) la remisión de este comportamiento puede tardar. Por el contrario las gatas castradas posteriormente a la pubertad terminan el desarrollo corporal obteniendo de esta manera ejemplares más vistosos.
Por otro lado numerosos estudios confirman que la castración antes del primer celo hará disminuir de manera muy significativa la aparición en un futuro de tumores de mama malignos en nuestra gata.
En conclusión, la cirugía de esterilización es la mejor opción para controlar de manera definitiva el ciclo sexual de las gatas, siendo preferente realizar esta cirugía antes de la aparición del primer celo (5-6 meses de edad).