miércoles, 10 de febrero de 2010

Pseudogestación



La pseudogestación (coloquialmente denominado “embarazo psicológico) es un estado fisiológico normal de la perra normal (no patológico), caracterizado principalmente por la producción de leche y la aparicición de una conducta maternal NO asociada a una gestación o parto.
La pseudogestación se produce en hembras no gestantes, normalmente tras 40 – 56 días de finalizado el celo. En ese momento se produce una serie de cambios (normales) en el funcionamiento ovárico con la consiguiente disminución de la actividad del cuerpo lúteo, bajada de los niveles de la hormona progesterona y un aumento de la síntesis de prolactina. Esta última será la responsable de la secreción de leche por parte de nuestra mascota.
La perra tendrá los mismos síntomas de una gestación real. Como comentábamos, ocurre a las 6-8 semanas de haber pasado el celo, aunque puede variar entre 3 y 14 semanas.
Es por tanto un proceso normal y natural en la perra.
Se produce, con mayor frecuencia, en perras de más de 2 años, que no han sido montadas ni preñadas y con un alto instinto de reproducción y/o maternal.
Sintomatología
Los síntomas asociados a este estado hormonal aparecerán en el mismo momento que los de una perra gestante, ya que el ciclo hormonal será el mismo, con la única diferencia de que la pseudogestación no terminará en parto.
Puede aparecer hinchazón en las mamas y el abdomen, cambios de comportamiento como una mayor agitación e incluso conducta de nidificación, (buscan rincones oscuros donde escarban o rascan nerviosamente el suelo, rompen en trozos pequeños papeles y lo llevan al lugar de la supuesto parto), adopción de objetos o muñecos como cachorros.
Otros trastornos ncluyen anorexia (no come) en grado variable, con sed normal, aumento y desarrollo mamario con salida de leche en grado variable, temblores, aullidos, no quieren salir a pasear, muestran irritabilidad, etc.
También puede aparecer una agresividad denominada, agresividad maternal. Esta agresividad es propia de las hembras que protegen a sus crías y es natural, por lo que no debemos considerarla una alteración del comportamiento en sí, sino dependiente de la fisiología de una perra gestante o en lactación.
Por supuesto estos cambios de conducta pueden resultarnos en algún caso molesto, ya que la perra es posible que no nos deje acercarnos a su cubil. Sin embargo, si no la molestamos pasarán transcurrido un tiempo.
Los síntomas que sí deberían preocuparnos serían los orgánicos, como las mamitis (inflamación de las glándulas mamarias asociadas o no a infección concurrente) que pueden llegar a ser muy severas.
Normalmente una perra que ha sufrido una vez de pseudogestación la seguirá padeciendo después de cada celo.
Tratamiento
Normalmente no se hace necesario utilizar tratamiento farmacológico para que desaparezca esta conducta, aunque a veces, por las molestias que supone para el propietario y las posibles complicaciones para el animal (mamitis, alteraciones del comportamiento) se pueden usar inhibidores de la síntesis de prolactina, de los cuales, el más apropiado es la cabergolina.
La pseudogestación es un proceso autolimitante, es decir que se resolverá sólo en cuestión de semanas.
En ocasiones es un cuadro tan leve que puede pasar desapercibido para el propietario.
En otros casos más evidentes se recomienda restricción al acceso a la bebida y comida (incluso dieta total durante un día), así como dar largos paseos con la perra durante este periodo. También es aconsejable retirarle los objetos que anida a modo de cachorros e incluso retirarle su cesto o cama.
Está comprobado que la pseudogestación no predispone a la aparición de tumores mamarios, ni de piómetra (infección de la matriz).
La gestación no elimina este proceso, por lo que es innecesario hacerlas criar como medida preventiva.
En todo caso la solución definitiva es la esterilización.