lunes, 22 de marzo de 2010

La llegada de un cachorro

La llegada de un cachorro a casa, normalmente es un motivo de mucha alegría y a su vez es el inicio de una nueva aventura tanto para nosotros los nuevos propietarios, como para nuestra nueva mascota; Sin embargo debemos tener claro algunos conceptos, como el hecho de que nuestra nueva mascota no es una juguete y que debemos brindarle una educación y adiestramiento básico para hacer que nuestra convivencia con él o ella sea buena, y evitar, en lo posible, futuros problemas de comportamiento.
Lo que se tiene que dejar claro desde el primer momento es:
- Qué se le permitirá hacer y qué no se le permitirá hacer
- Lo que está bien hecho y lo que no

Para enseñarle utilizaremos principalmente el castigo y la recompensa. Cuando nos referimos a castigo no hablamos de maltrato ni golpes, sino de reprimir una conducta no deseable. La recompensa consiste en premiarlo (refuerzo positivo).

La llegada
La arribada del cachorro a nuestro domicilio, si bien es un momento importante y excitante para nosotros, para el animal es un momento muy estresante. Debemos pensar que lo estamos separando de su madre y/o hermanos, y/0 de las personas que lo estuvieron cuidando. Este estrés puede hacer que el sistema inmunológico sufra una bajada y que cualquier enfermedad o presencia de parásitos hagan que el organismo se desequilibre y se exprese en forma de enfermedad. Por tanto para recibir a nuestro cachorro debemos tomar en cuenta los siguientes aspectos, de tal forma que se minimice este estrés.
- Recibir al cachorro por lo menos con su primera vacuna y desparasitación ya realizada (aproximadamente a partir de las 7-8 semanas).
- Asegurarse que nuestro cachorro ya está comiendo alimento sólido
- Continuar con la misma dieta que recibía anteriormente (dieta de cachorro o puppy) y no darle leche de vaca. En caso necesario le daríamos leche maternizada para cachorros.
- Recibir al cachorro en un ambiente de temperatura óptima para su edad: mientras más pequeños en edad son, mayor deberá ser la temperatura del ambiente donde estarán
- Vigilar cambios bruscos de temperatura.

La primera visita al veterinario.
La primera visita al veterinario, que es muy importante, se debería realizar en las primeras 48-72 horas. Normalmente no realizarla inmediatamente recibido al cachorro ya que a menos que el cachorro tenga una malformación genética importante o una patología grave, lo usual es que en esta visita el veterinario no encuentre nada fuera de lo normal. Esto no quiere decir que nuestro cachorro esté sano, ya que si existe alguna enfermedad en período de incubación y debido al estrés de separación, en los siguientes días podría enfermar, ya que algunas enfermedades infecciosas pueden tardar unos días en expresar los síntomas.
Por otro lado, normalmente a medida que vamos conociendo a nuestro cachorro empiezan a surgir una serie de dudas las cuales el veterinario podrá aclarar.
La primera visita también servirá para determinar el programa de vacunaciones y desparasitaciones (no existe un único protocolo) más adecuado e individualizado para nuestro cachorro.
Debemos recordar y ser consientes que nuestro cachorro no deberá exponerse a otros perros, sobre todo perros de los que desconozcamos su estado sanitario, ni ir a los lugares donde otros perros hacen sus necesidades. Esto no quiere decir que si ya tenemos un perro en casa no los juntemos, ya que normalmente nuestra otra mascota debería estar correctamente vacunada y desparasitada, y por tanto no debería representar un riesgo sanitario para el cachorro.

El castigo.
Debemos tener muy claro que el castigo es para interrumpir una conducta determinada. En ningún caso es para causar dolor al animal. Por tanto el castigo más usado en los cachorros es de tipo verbal, con voz enérgica.
El castigo se deberá realizar inmediatamente después de la acción que no queremos que nuestra mascota haga. Si lo hacemos más tarde, éste no servirá de nada. Le diremos un “NO” muy enérgico, seco y fuerte. Una vez nuestra mascota deje de hacer la conducta no deseada, le premiaremos ya sea con caricias, premios, o hablándole en un tono de voz afectivo.

La recompensa.
La mejor manera para que un perro aprenda es dándole un premio a modo de recompensa, es decir una recompensa cada vez que nuestro perro haga algo que nosotros queremos que haga.
La recompensa se debe dar justo después de que nuestro cachorro haga lo que nosotros queremos que haga (al igual que sucedía con el castigo). Un premio no necesariamente significa comida (aunque los cachorros lo prefieren), si no también caricias, juego, etc.


La convivencia con un cachorro.
Para que podamos llegar a tener una buena convivencia con nuestro cachorro, debemos enseñarle algunas normas básicas:
-Dejarle claro que nosotros mandamos en casa. De esta forma el cachorro establecerá su lugar en la familia (jerarquía). (Ver artículo sobre jerarquía en esta web).
- Todos los miembros de la familia deben actuar de la misma forma con el cachorro.
- Procurar que nuestro cachorro tenga una zona de descanso. Lo normal es que durante las primeras noches exprese su protesta llorando. Ante esta situación lo que debemos hacer es ignorar totalmente al cachorro ya que en caso contrario reforzaremos esta actitud y él entenderá que si quiere algo con llorar lo conseguirá.
- Para tener un buen control del cachorro es importante que aprenda un poco de adiestramiento básico: alto, tierra, quieto, no, etc..
- Mientras comemos no darle comida lo cual evitará algunos problemas de comportamiento y sobrepeso.
- Tenemos que acostumbrarlo poco a poco a que se quede solo en casa. De esta forma evitaremos situaciones de angustia por parte del perro, que pueden derivar en ansiedad por separación. (ver artículo sobre ansiedad por separación en esta web). Es decir debemos conseguir que nuestras salidas y llegadas a casa sean algo rutinario para nuestro cachorro. Si nosotros no le damos importancia, él no se lo dará tampoco.

¿Dónde debe orinar y defecar mi cachorro?
Los perros tienen una tendencia innata a no orinar ni defecar en su zona de descanso y hacerlo en un lugar y sustrato determinado. Por tanto le buscaremos un lugar lejos de su lugar de descanso y le proporcionaremos un sustrato, por ejemplo papel de periódico.

Pautas a seguir.
- Tener el cachorro supervisado en todo momento.
- Si muestra señales de querer orinar y defecar, llevarlo inmediatamente al lugar escogido para tal efecto.
- Después de comer, jugar o descansar, también llevarlo al periódico o lugar escogido para defecar.
- Siempre que orine o defeque en el diario o lugar escogido, lo recompensaremos, tanto como si va y lo hace sólo, así como también cuando nosotros lo llevamos.
- Limpiaremos las deposiciones de nuestro cachorro tratando de eliminar el olor. Lo más práctico es usar detergentes enzimáticos (detergentes de ropa que aseguren una blancura máxima o total). Las enzimas que hacen que la ropa blanca sea “más blanca” también actúan sobre los olores de la micción, eliminándolos, cosa que la lejía no lo consigue totalmente.

Lo que no tenemos que hacer:
- Castigarlo cuando no orine o defeque en los diarios o lugar escogido.
- Mojar el morro del cachorro en su orina.

Debemos recordar que no podemos exigir un buen control de la orina a nuestro cachorro hasta aproximadamente los 5 meses, por tanto debemos tener mucha comprensión y paciencia.

José Luis Albarracín.