lunes, 30 de noviembre de 2009

Diabetes en el gato


La diabetes es un problema común en el gato y actualmente el primer trastorno hormonal que afecta a estos animales. Su frecuencia aumenta debido a que cada vez hay más gatos obesos. Alrededor del 90% de los gatos sufren Diabetes Mellitus tipo II (diabetes no insulinodependiente), una combinación de pobre secreción de insulina y resistencia periférica a la acción de ésta. Suele presentarse en gatos mayores de 8 años( 10-13 años). Afecta más a gatos obesos y por lo tanto a castrados. Se trata de un desorden caracterizado por la presencia de una hiperglucemia (exceso de azucar en sangre) persistente.

Se presenta por una alteración en el metabolismo de la glucosa por una disminución en la secreción de insulina por parte de las células beta del páncreas, combinada con una reducción en la acción de la insulina (resistencia a la insulina


Las causas que originan resistencia a la acción periférica de la insulina son:

- Inactividad (gatos de interior)
- Genotipo (gatos con menor sensibilidad a la insulina. En ellos
aumentos leves de peso pueden inducir una Diabetes).
- Obesidad
- Infecciones: orina, dental…
- Tratamientos concomitantes con corticoides o progestágenos.
- Toxicidad de la glucosa: La hiperglicemia crónica causa resistencia periférica a la acción de la insulina y suprime la secreción de insulina en las células beta. Ocurre entre 3-7 días tras hiperglucemia persistente y su gravedad depende de los niveles que alcance la glucosa en sangre. Inicialmente la supresión de la función de las células beta es reversible, pero si una marcada hiperglicemia persiste, la funcionalidad se pierde definitivamente.
La actividad de las células beta se recupera tras 1-2 semanas de mantener una glucemia correcta inyectando insulina glargina. De ahí que los gatos diagnosticados y tratados con glargina puedan remitir en 4 semanas tras el tratamiento.

Los signos clínicos incluyen aumento en el apetito (polifagia), aumento en el consumo de agua (polidipsia), aumento en el volumen de orina (poliuria) y pérdida de peso, aunque no necesariamente  todos estos síntomas deben presentarse. Otros signos clínicos adicionales comprenden letargia, falta de acicalado del pelaje que comporta el desarrollo de un pelo seco y desgreñado. También puede aparecer debilidad del tercio posterior o postura plantígrada (los tarsos contactan con el suelo cuando el gato camina). Estas alteraciones de la marcha están relacionadas con una complicación frecuente en el gato diabético que se denomina polineuropatia diabética. También se puede origina un trastorno del hígado denominado lipidosis hepática que ocasionará aumento del tamaño del hígado. Otra complicación muy grave y que puede poner en peligro la vida del gato es la cetoacidosis diabética.


Diagnostico:


- Por sintomatología clínica
- Por Glucemia elevada: Una analítica de sangre en la clínica puede encontrar elevaciones puntuales de glucosa en sangre de hasta 360 mgr/dl ocasionados por el estrés. Además este pico de hiperglucemia ocasiona también glucosuria.
 ¿Cómo se confirma entonces una diabetes?

- Solicitar muestra de orina en casa transcurridos unos 4 días y comprobar si la glucosuria persiste. La presencia de glucosa en orina (glucosuria) ocurre cuando la concentración de glucosa en sangre excede el umbral renal para la glucosa(288 mg/dl). La glucosuria en ausencia de hiperglucemia es raro, pero puede ocurrir debido a daños en el túbulo renal, que no tienen por qué asociarse necesariamente con un fallo renal crónico. Lo cierto es que la glucosuria no se suele dar en caso de hiperglucemia por stress.

Si es así:

- Realizar una determinación de Fructosamina en sangre y si es mayor de 400 micromol/L y hay sintomatología en casa, podemos diagnosticarla.

- Medir consumo diario de agua en casa y ver si supera los valores normales:

Valor normal comiendo dieta húmeda: menor o igual a 10 ml/kg/día
Valor normal comiendo dieta seca: menor o igual a 60 ml/kg/día
Valor normal de media: 20 ml/kg/día


Tratamiento:

Debe instaurarse de forma inmediata y correcta tras el diagnóstico para intentar conseguir remisión.

1. Dieta:
Las dietas específicamente formuladas para gatos diabéticos se basan en un aporte protéico aumentado y en un contenido en hidratos de carbono reducido que disminuyen la hiperglicemia postpandrial. Son de utilidad tanto en gatos con sobrepeso como delgados.
Hay que aosis diaria en función del peso para llegar a peso óptimo y reducirla obesidad.
Aumentan la probabilidad de remisión de la diabetes hasta en un 50% con respecto a las dietas ricas en fibra.
Importante: si se comienzan a dar a un gato ya tratado con insulina, ésta puede necesitar una reducción de un 25-50% de dosis.
Método de administración de comida: ad limitum (a libre disposición).


2. Insulina:
Muchos tipos de insulina se han utilizado en medicina felina. El objetivo de su
uso es reducir la hiperglicemia sin causar hipoglucemia y gracias a la utilización
de insulina glargina, también la remisión.

a)      Glargina (Lantus®):

Es de primera elección al tener un mínimo riesgo de hipoglucemias y conseguir una remisión de diabetes en un mayor número de gatos.
Es un análogo sintético de insulina humana de liberación prolongada.
Composición vial: 1 ml: 100 UI o plumas precargadas
Jeringas que se deben utilizar: U-100 de 0.3 ml o 0.5 ml
Plumas precargadas: inconveniente es que requiere inyección durante 10 segundos para liberar toda la carga.
NO SE PUEDE DILUIR. Conservación en nevera. Agitar suavemente. El vial abierto tiene una duración de 6 meses.

b)      Caninsulín®: Insulina porcina:

Composición: 1 ml: 40 UI.
Jeringas: U-40.
Se puede diluir. Conservación en nevera. Hay que agitarla suavemente.

Protocolo de utilización de Insulina Glargina:

Dosis inicial:
0.25 UI/kg cada 12 horas en gatos con glucemias < de 360 mgr/dl
0.5 UI/kg cada 12 horas en gatos con glucemias > de 360 mgr/dl
No modificar dosis hasta transcurrida una semana.

Monitorización de respuesta:
Puede controlarse la respuesta con insulina glargina mediante:
- evolución de la sintomatología clínica
- consumo de agua en 24h
- Presencia de glucosuria
- Niveles de fructosamina
- Curvas de glucosa (sólo en determinadas ocasiones)

1.- Control de la sintomatología:

Debe ser observada por el dueño y valorarla semanalmente.

a. Actividad diaria y costumbres:
i. si es capaz de saltar y antes no lo hacía hay mejoría.
ii. Si no es capaz de saltar y antes sí: neuropatía diabética,
hipokalemia, obesidad, hipoglucemia, artrosis. Valorar
cómo era antes.

b. Apetito y peso diario: apuntar qué come y si tiene apetito
i. Mucho apetito y pérdida de peso: mal control o
hipertiroidismo
ii. Poco apetito en un gato de buen peso o engordando,
mejora del control y le están dando mucho de comer.
iii. Pobre apetito y pérdida de peso: cetoacidosis, otra
enfermedad

2. Control de la Glucosuria (tiras de orina en casa):

Se deben hacer mediciones de glucosuria semanales buscando remisión.
Si no pueden recoger orina, pueden filtrar arena mojada y valorar si hay
glucosuria con el filtrado o utilizar arena no absorbente.
Una glucosuria negativa indica que puede comenzar a remitir el cuadro.

También es útil la utilización de tiras de orina en casa para valorar la aparición
de cuerpos cetónicos en orina en gatos que se encuentran enfermos.

3. Consumo de agua en 24 horas (se correlaciona con glucemia).

Gatos no diabéticos y diabéticos bien controlados deben tener el mismo
consumo de agua. El problema puede surgir en casas con varios gatos. Se le
puede e intentar medir el consumo de agua en un periodo de tiempo menor o
bien medir el agua y dividirla entre los gatos de la casa.

4. Glucemia en la clínica. No representa la glucemia en casa debido a:

- Hiperglucemia de estrés: por aumento de lactato y se produce en
cuanto le sujetamos. Cuanto menos le sujetemos, más fiable.
- Glucosa más baja: debido a que no comen.

5. Fructosamina:

En un gato diabético tratado debe situarse entre 300-400 mmol/L.
Si aparece un valor > 500 indica un pobre control pero no sabemos si tenemos que bajar o subir dosis ya que puede deberse a que se inyecte una dosis
insuficiente o bien se inyecte una dosis elevada y exista un SOMOGY (para
evitar efectos de la hipoglucemia el organismo genera gluconeogénesis
hepática y reduce la sensibilidad periférica de los tejidos a la acción de la
insulina. El resultado es un rápido aumento de la glucosa en sangre durante
varios días que es muy difícil de diferenciar de hiperglicemia asociada a dosis
insuficiente, lo que origina aumentos consecutivos de dosis por parte del clínico
y empeoramiento del control).

6. Curvas de glucosa:

Se deben hacer para modificar dosis y evitar riesgo de hipoglucemia, en gatos
pobremente controlados o en gatos que necesiten más de 2UI/kg/12 horas para
conseguir glucemias de 300 mgr/dl.

Se debe intentar que se hagan en casa ya que se reduce el estrés en gatos.
Hay variaciones importantes de un día a otro debido a cambios en consumo de
comida y estrés, al igual que ocurre en medicina humana. Se deberían hacer
curvas seriadas.

Método: aplicar algodón caliente en oreja del gato durante un minuto más o
menos. Aplicar crema anestésica en el borde interno de la oreja. Pinchar.
Coger la gota con un glucómetro. Realizar mediciones cada 2 horas durante
12 horas. Si en la curva en una determinación baja por debajo de 150 mgr/dl,
hacer otra curva cada hora para detectar hipoglucemias.

Complicaciones: la glucemia no baja:

Puede deberse a una o varias de las siguientes causas.
- insulina caducada o inactivada
- Mala técnica de inyección
- Dosis baja
- Resistencia a la insulina: ocurre cuando se requiere más de 2 UI/kg cada 12 horas para mantener glucemia por debajo de 300.

Entonces habrá que buscar y controlar la presencia de otros procesos tales como:

a. Infección de orina
b. Infección en boca
c. Insuficiencia renal
d. Obesidad
e. Problemas hepáticos
f. Acromegalia
g. Hipertiroidismo